viernes, 17 de mayo de 2024

Duele de nuevo.

Extraño todo de tí. La gracilidad con que seducias el viejo piano de tu sala. El discreto amigo que conocía todo de ti y de mi. El que me hablaba de tu felicidad. El testigo de esa amistad nuestra que nos resistimos a convertir en amor, aún cuando cada noche hicimos el mejor de nuestros esfuerzos.
Extraño todo de tí, sobre todo cuando me insultan, cuando me dicen que no valgo nada, cuando me confrontan buscando mi reaccion, cuando me detestan, cuando se alejan de mi, cuando me miran de pies a cabeza, cuando me quieren ver caído y se burlan de mi incapacidad.
Extraño todo de tí y en noches como ésta, mas.
Nos quisimos tanto, sabrá Dios lo felices que hubiéramos sido si llegabamos a amarnos.
Todavía siento en el rostro  el tosco rocío de iguazú y quedaron marcados mis labios con la miel de tu espontáneo beso acompañado de tu hermosa sonrisa, como ninguna vi, como ninguna veré.
Fuimos tan felices esa mañana que quedamos marcados para siempre. Hoy lo sé. Hoy que no estás. Hoy que te lloro y te extraño. Hoy que te necesito tanto para evadir la realidad y encerrarme en el recuerdo.
Nadie ni nada podrá arrancarme tu imagen, esa ultima imagen de tu bello rostro y el beso en lo alto de tu frente balbuceando un ya vuelvo.
Y duele de nuevo.
Duele porque te fuiste, duele porque me dejaste solo, duele porque te necesito con desesperacion.  Quiero, por favor, recuperar mi inteligencia y mis habilidades y no seguir siendo un torpe viejo del que se mofan y hasta desprecian.
Lo perdí todo sin ti, perdí el respeto hacia mi, perdi espacio en mi complicado mundo. Me perdí yo mismo y hoy que duele de nuevo ya no sé si quiero encontrarme.